Participación Ciudadana celebra la decisión del Presidente Danilo Medina de suspender durante la campaña electoral la propaganda del Gobierno, que no se refiera a la promoción turística, a campañas de salud y al Banco de Reservas.
La publicidad estatal no sólo es justificable en esos renglones, sino también en cualquier otro servicio a la ciudadanía, incluyendo el 911, al igual que en campañas educativas, y en cumplimiento de mandatos legales, como convocatorias de licitaciones o concursos.
Es obvio que la crítica que hemos recogido en nuestro Tercer Informe de Observación Electoral se refiere a exaltaciones y ponderaciones de la obra de Gobierno, lo que se convierte en propaganda política, en este caso reeleccionista, puesto que el presidente de la nación es a la vez candidato presidencial.
Creemos que el Gobierno debe impedir siempre, no solo en las campañas electorales, el uso de los fondos públicos para que los organismos estatales se auto promuevan o ponderen a sus titulares o superiores por el cumplimiento de sus obligaciones. Solo la intencionalidad de sacar beneficio político explica que el gobierno dominicano se haya convertido en el principal anunciante del país, por encima de todos los sectores comerciales y empresariales en general.
De todas formas ponderamos la rapidez con que el presidente Danilo Medina ha dispuesto corregir una situación que en el primer bimestre del año implicó una inversión de mil 113 millones de pesos, más del doble del mismo período del año pasado.