Los tres momentos del PLD
El Partido de la Liberación Dominicana PLD, para su estudio pude dividirse en tres momentos históricos, dos que ya son agua pasada y el tercero que está en camino, casi llegando.
El Partido de la Liberación Dominicana PLD, para su estudio pude dividirse en tres momentos históricos, dos que ya son agua pasada y el tercero que está en camino, casi llegando.
No siga este grito si usted es de los que cree que fue injusto liberar de la cárcel al coronel Carlos Piccini Núñez, único en guardar prisión, durante más de dos años, por los sobornos confesados ante la justicia de Estados Unidos y Brasil en la venta de 8 aviones Super Tucano a la República Dominicana por 92 millones de dólares.
Aprovecho las reflexiones de uno de nuestros mejores filósofos, Manfredo de Oliveira, de la Universidad Federal de Ceará, especializado en la relación entre economía, sociedad y ética.
Desde el año 2004, el PLD ha gobernado ininterrumpidamente este país; 16 años al 2020, período más largo que aquellos 12 de Balaguer.
Defendiéndose de la bellaquería del actual Procurador General de la República, Miriam German, recordó la inapelable sentencia: “el rencor es un huésped ingrato, que se come al que lo alberga”. Igualmente, diría yo, igualmente, el odio es un huéspedes malsano que corroe el alma de quien lo alberga.
Cuando Leonel Fernández anunció la apertura de una fábrica de presidentes en el país, las burlas no se hicieron esperar. Pasado el tiempo y las humillaciones parece que la industria presidencial está a punto de despegar.
Luego de la obligada declinatoria de Danilo de seguir su aventura reeleccionista, el PLD se encuentra en la encrucijada de llegar a un acuerdo entre sus dos principales jefes/facciones en extremo difícil, aunque no imposible, o a una división que lo dejaría fuera del poder por un tiempo que podría ser bastante largo.
No hay que viajar al Medio Oriente ni leer sobre los horrores del islam contra las mujeres para quedar estupefactos. Aquí tenemos versiones del cristianismo para asombrarnos.
Manteniendo su estilo del medio decir, del no decir claramente lo que en fondo desea y querría decir, de esperar el tiempo para decir o desdecirse de lo en un momento dijo, haciendo honor a su auto definición de hombre pragmático, Danillo Medina acaba de, en esencia, tirar la toalla
Aunque en este país muchos opinantes creen que todo en la política es comprable, la República Dominicana ha logrado un alto nivel de estabilidad política, comparado con muchos otros países de la región latinoamericana, porque en momentos cruciales, políticos de alta influencia han sabido evaluar sus posibilidades y limitaciones con realismo y cordura. Ahora le tocó el turno a Danilo Medina.