Un hecho bochornoso se hace viral en medio de la holganza de las primeras horas del año. La violencia contra una mujer -en medio de un accidente de tránsito- viene desde Bani y las voces que reclaman su sanción, lo hacen con una indignación que, aun en el justo encono, raya en violencia absoluta contra un agresor que burla hasta la Policía.
En las primeras 48 horas del 2022, unos ocho dominicanos han muerto -incluido un menor de edad-: cuatro en medio de asaltos, otro en un “confuso incidente” asociado al control de puntos de drogas y los demás en la brutal normalización de la violencia como código de nuestra nueva “normalidad”.
En un país donde cualquier cosa es llamada “política pública”, urgen que quien debe hacer las cosas, por fin las haga.
Los once heridos en estos hechos, los videos y los contenidos de las redes nos pueden testimoniar que, definitivamente, no somos lo que antes éramos.