El PLD: con votos buscados hasta debajo de las piedras se alzó con la presidencia, la mayoría de los senadores, diputados, alcaldes, regidores y distritos municipales. Dejaron poco para el reparto.
El PRM: de la casilla #15 brincó a la #2. Excelente. Qué pidan a Dios por el eterno descanso del divisionismo.
El PRSC: alcanzó 5.6% por llevar en la casilla #3 la foto de Luis Abinader. Obtendrán empleos en varias alcaldías y seguirán recibiendo muchos millones del financiamiento público de partidos. Son hábiles esos dirigentes reformistas.
El PRD: sólo obtuvo 5.8% de los votos pero seguirán recibiendo muchos millones del financiamiento público; también cargos y contratos del gobierno. Han aprendido a negociar bien como los reformistas.
De ahora en adelante cuatro partidos tendrán el estatus de “grande”: PLD, PRM, PRD y PRSC con porcentajes que varían entre 61.8 y 5.6 El sistema de partidos dominicano tendrá larga vida.
Alianza País: el más grande de los chiquitos quedó con 1.8% de los votos, pero mantendrá su reconocimiento legal porque a nivel congresional ganó un diputado nacional.
La APD: su gran hazaña fue triplicar sus votos. En 2012 con Max Puig de candidato presidencial sacó 5,069 votos (0.11%), y ahora con Minou Tavárez Mirabal alcanzó cerca de 16,000 votos (0.34%). Mantendrá el reconocimiento legal porque ganó en la alcaldía de un pequeño municipio sureño.
El partido del Toro: sacó sólo 0.18% de los votos pero Hatuey De Camps fue el ganador del debate presidencial. Dijo que todo era un bla, bla, bla porque debatían quienes debieron unirse. Culpó a los demás de lo que también él era responsable.
El PQDC: sacó 0.44% en la boleta presidencial, pero en algunas congresionales, actuando de bisagra, sacó más votos. Calificará para un diputado nacional y mantendrá su reconocimiento legal.
La FNP: sólo obtuvo 0.35% de los votos; pero ojo: eso será suficiente para que hablen a los cuatro vientos sobre el muro y los valores cristianos. En este país parece que la legitimidad popular se gana con menos de 1%.
El PUN: Soraya Aquino sacó el menor porcentaje a nivel presidencial (0.12%), pero se lleva el trofeo de la candidata chistosa. A nivel congresional y municipal, actuando como bisagra, el PUN sacó cuchumil votos.
Con la derrota del PUN, el PQDC y la FNP, si a usted le gusta la idea de un gobierno de la Biblia sobre la Constitución, tendrá que visitar un país del Corán, porque aquí, por lo menos en este cuatrienio, no gobernarán ninguno de ellos.
El inefable Karim Abu Naba: postulado por el PDI y el PUN a la alcaldía del Distrito Nacional, lleva 16,276 votos (3.52%). Con el 98% de los votos computados a nivel presidencial y municipal, Karim tiene más votos que Soraya,
Hatuey, Minou y Pelegrín a nivel presidencial. ¡Vaya sorpresa!
El emprendedor David Collado se llevó la alcaldía del Distrito. ¡Otra sorpresa! Ni los monos, ni las lucecitas, ni las piscinas evitaron la derrota de Salcedo.
En total, se presentaron 24,442 candidatos para 4,106 posiciones electivas (seis candidatos en promedio por posición). Pasaron varios meses en mano a mano, afiches y caravanas, soñando fantasiosamente que ganarían. Entre los 20,336 perdedores probablemente no hay mucha tristeza porque la mayoría ya se prepara para competir nuevamente en el 2020. Recuerde, en este país los políticos son vitalicios, ganen o pierdan.
El pueblo soberano votó: consciente o inconsciente, ético o comprado. Le guste o no, en el 2020 tendremos nuevamente muchos partidos y candidatos participando y pataleando. Porque aquí, por más farsa democrática, las elecciones encantan.