Sobre los feminicidios, mucha gente se pregunta acerca de las causa de un fenómeno que mata a un promedio de 200 dominicanas al año, sin acabar de entender el porqué de tanta violencia dirigida unilateralmente de hombres a mujeres.
Quienes trabajamos con el tema desde hace más de 30 años, reconociendo a nuestra cultura, androcéntrica y exclusiva en el origen, hemos tenido dificultad en explicar la complejidad de causas que determinan estos crímenes basados en el género, con escenarios cada vez más truculentos.
Hay que recurrir a los ejemplos gráficos y señalarlos en sus detalles porque los móviles socioculturales son difíciles de identificar cuando hemos crecido y formado respondiendo desde ellos como estándar de prácticas convenientes, o al menos justificándolos.
Como el ejemplo del comportamiento androcéntrico y machista exhibido en Santiago por el PRSC, al promover la renuncia de dos regidoras en favor de familiares masculinos, una muestra de lo poco que se entiende en estas organizaciones la necesidad de cambiar hacia postulados y prácticas éticas que aseguren el respeto a todas las personas. Tenemos las mismas instituciones de hace 50 años, trabajando con las mismas deficiencias, dentro del mismo marco de la dicotomía moral y confundiendo.
El uso de la política que discrimina a las mujeres en sus organizaciones, también es violencia institucional contra ellas y por lo tanto, favorece el feminicidio, porque además de la demostración de injusticia selectiva e inclusiva que niega la democracia, transmite como mensaje la poca valoración a las dominicanas.
María Margarita Caba de Belliard, de la circunscripción número 1, y Lina Juliana Castro, de la demarcación 3, de Santiago, elegidas regidoras por el PRSC en esta ciudad en mayo pasado, renunciaron a su condición en favor de su cuñado, la primera, y por un familiar, la otra, por cierto, nieto de Máximo Castro Silverio, eterno diputado por el PRSC y hasta vocero del bloque del PRSC en la Cámara de Diputados.
Ya ven, un fraude montado contra la voluntad popular que rompe con la cuota femenina legal del 33% y quienes la violan, alegan que no hay sanciones en la ley electoral, como si la moral y la ética necesitaran “el cuco” de la pena! Demostrando que, ese partido y esas personas, se saltan cualquier normativa sin el menor rubor.
Pero lo peor no es eso. La desgraciada transacción ejecutada este martes pasado en la Sala Capitular de Santiago, por el mensaje de infravaloración y cosificacion de las mujeres, se suma a las causas de la violencia basada en el género y al feminicidio.