A la oposición le ha cogido con que el Palacio Nacional y los recursos del Estado están fluyendo a torrentes en apoyo de la campaña de Danilo Medina, presidente de la República y candidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana.
Danilo ha respondido que no necesita recurrir a los recursos de Estado: “Le pido a la Junta Central Electoral que haga su trabajo; que impida que cualquier militante le haga daño a mi candidatura utilizando un recurso público que no me interesa que se use en mi campaña electoral”.
Lo del Palacio Nacional como comando de campaña no fue tocado por el Presidente y candidato del PLD, de donde se presume que la casa presidencial seguirá siendo el hormiguero donde operen la logística de campaña, se asigne los recursos y se hagan los amarres entre todas las fuerzas que convergen en apoyo de Medina.
El mandatario y candidato habló en esos términos en respuesta a los partidos Revolucionario Moderno (PRM), Alianza País (ALPAÍS) y la Fuerza Nacional Progresista (FNP), los cuales esta semana acudieron a la Junta a reclamar que los recursos públicos no sean utilizados en la campaña reeleccionista del presidente Medina.
Dudo mucho que las palabras del presidente y candidato Danilo Medina sean acatadas por sus seguidores y mucho de menos que la Junta Central Electoral disponga del personal y la fuerza coercitiva necesarios para impedir el uso y abuso de los recursos del Estado en la campaña reeleccionista.
Horacio Vásquez, Rafael Trujillo, Joaquín Balaguer y Leonel Fernández impusieron el uso y el abuso de los recursos del Estado, es decir, los recursos que pagan en impuestos directos e indirectos productores y consumidores, como fuente de financiamiento de las campañas electorales reeleccionistas.
¿Por qué habría de ser diferente?
–Porque Danilo hace lo que nunca se ha hecho –diría un chusco.
¡Esperemos, esto apenas comienza!