Por Amy Goodman y Denis Moynihan
Esta semana, combatientes del ISIS atacaron una ciudad europea. Detonaron tres bombas en Bruselas que dejaron un saldo de 31 personas fallecidas y 260 heridas. En Estados Unidos, la respuesta fue inmediata, primero con la expresión de solidaridad de la opinión pública y luego, como era de esperar, con una avalancha de pronunciamientos belicosos por parte de la mayoría de los candidatos a la presidencia que siguen en carrera por los principales partidos.
La violencia opacó lo que bien podría ser considerado uno de los más significativos y trascendentes logros del gobierno de Obama: la reapertura de las relaciones con Cuba, un proceso consolidado además al convertirse Obama en el primer presidente estadounidense en ejercicio que visita la isla en 88 años.
Después de los atentados en Bruselas, el candidato republicano Ted Cruz sostuvo: «Es necesario otorgar a los organismos policiales la facultad de patrullar y garantizar la seguridad en los vecindarios musulmanes antes de que se radicalicen». Pero fue un poco más allá y dijo: “Si un vecindario tiene altos niveles de pandillerismo, la forma de prevenirlo es incrementar la presencia policial en el lugar e identificar a los integrantes de las pandillas para sacarlos de las calles. Me refiero a cualquier zona en la que haya altos índices de terrorismo radical islámico. Y si uno mira a Europa, la legislación que regula la inmigración en Europa permitió el ingreso de una ola de terroristas extremistas islámicos a Europa que se encuentran en barrios aislados en los que pulula el extremismo”. Por su parte, Donald Trump dijo a NBC en relación con Salah Abdeslam, el sospechoso de haber participado en la masacre perpetrada en París en noviembre que fue capturado en Bruselas el viernes pasado: “Si se pudiera ampliar el alcance de las leyes, le aplicaría mucho más que el submarino”. Y en CNN, Trump afirmó: “Tal vez vaya a hablar, pero hablaría más rápido si se lo tortura”. Reconozcámosle a Trump el mérito de llamar a las cosas por su nombre: tortura. Pero de ahí a defender el uso de la tortura…
En declaraciones efectuadas desde Bruselas, el escritor Frank Barat, presidente de Palestine Legal Action Network dijo en el programa de “Democracy Now!”: “Podemos continuar con la guerra del ojo por ojo y diente por diente y ese tipo de cosas que por venganza han llevado, en los hechos, nada más ni nada menos que a más terrorismo. O podemos decidir detenernos y comenzar a formular las preguntas que pueden resultar difíciles pero que es necesario responder. Esto es resultado de la radicalización por lo que está pasando en Siria, que resulta clave para comprender la creación del ISIS. Lo que ha sucedido en Siria en los últimos años es una completa traición por parte del mundo occidental. El pueblo se levanta para luchar contra su opresor y occidente les da la espalda y permite que se lleve a cabo una matanza. Eso generó mucha ira, mucho rencor. Y cuando todo esto se suma al fracaso de la política exterior de Estados Unidos y al imperialismo estadounidense, cuando todo esto se suma al tipo de ambiciones de occidente en lo que respecta al petróleo, en lo que respecta a las rutas de comercio, en lo que respecta a dar su apoyo a dictadores y a Israel, se genera una poderosa y muy peligrosa combinación que luego se manifiesta en forma de ISIS o de al Qaeda o de cualquier otra organización terrorista”.
Frank Barat sugiere una respuesta alternativa: “En Noruega, después de los ataques de Anders Breivik en 2011, que provocaron la muerte a más de 70 personas, el primer ministro noruego expresó que la respuesta de Noruega al terrorismo sería una mayor apertura, más participación política y más democracia. Son palabras que no se escuchan por estos días”.
Al otro lado del Atlántico, el presidente Barack Obama pasaba a la historia con su visita de Estado a Cuba. En un discurso a la población, sostuvo: “He venido aquí para enterrar el último resquicio de la Guerra Fría en el continente americano”. Aún así, el bloqueo impuesto a Cuba continúa oficialmente en pie hasta que el intransigente Congreso de Estados Unidos apruebe ponerle fin.
El presidente Obama y el presidente cubano Raúl Castro dieron juntos una conferencia de prensa el lunes. El presidente Obama afirmó: “Como dijo el presidente Castro, seguimos teniendo algunas grandes diferencias, por ejemplo, en lo que respecta a democracia y derechos humanos”.
¿Qué clase de alternativa le está mostrando Estados Unidos al pueblo cubano en aquel rincón de la isla que está bajo control estadounidense, la Bahía de Guantánamo? Allí, el gobierno estadounidense mantiene una infernal prisión militar que escapa al alcance de las leyes de Estados Unidos, en la que han permanecido detenidos cientos de hombres, muchos de ellos sin que medien cargos en su contra, y en la que muchos han sido golpeados y torturados. Noventa y un prisioneros permanecen allí. La liberación de treinta y seis de ellos fue aprobada hace ya mucho tiempo.
El miércoles, el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes mantuvo una audiencia sobre el cierre de la prisión de la Bahía de Guantánamo. El mayor general Michael Lehnert emitió un comunicado. Lehnert fue el oficial a cargo de la construcción de la prisión. Fue quien la dirigió durante sus primeros 100 días y quien recibió a sus primeros prisioneros. Lehnert redactó: “Guantánamo fue un error”. Y agregó: “La historia lo reflejará. Fue creada en los primeros tiempos a consecuencia del miedo, la ira y el oportunismo político. Ignora siglos de derecho y tratados internacionales. No nos hace más seguros y opaca la imagen de quiénes somos como país. El hecho de que en más de una década no hayamos sido capaces de reconocer el error y cambiar el rumbo resulta imperdonable e ignorante».
El ataque terrorista de Bruselas es imperdonable también. Y sin embargo, son pocos los que negarían que algunas de las peores políticas de Estados Unidos y sus aliados le sirven al ISIS y a otras agrupaciones como herramienta de reclutamiento. Necesitamos normas de justicia igualitarias. Podríamos empezar por cerrar Guantánamo y garantizar que la tortura sea erradicada definitivamente de los lineamientos políticos de quienes pueden llegar a convertirse en presidentes.
© 2016 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Fernanda Gerpe. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro «Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos», editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.