El año 2016, para el sistema municipal dominicano, concluye dejando huellas políticas e institucionales de vulneración e infracción de la democracia local y del desplazamiento formal de una de las estructuras políticas históricas, fruto de su confrontación interna: el PRD. El 2016, año de cambios en la correlación de fuerzas a nivel nacional, provincial y municipal. Un año con pocas novedades en transparencia y en reforma de la Administración Local. El SISMAP Municipal agregó valor a la transparencia. Se reitera o sostiene el nivel de centralización del Estado, y se profundiza la pobreza financiera de los ayuntamientos y juntas de distritos municipales. Durante el 2016, el gremialismo municipal operó con bajo perfil en relación a su incidencia en la agenda descentralizadora y en su relación con la sociedad. Un año que deja endeudamiento exacerbado o de agravamiento de las finanzas municipales.
Democracia municipal baja en el nivel de calidad
Durante el año 2016, una pandemia antidemocrática recorrió y carcomió todo el sistema de partidos dominicanos. No importó la posición ideológica, los intereses que envuelven, las diferencias discursivas, si eran oficialistas u opositores; porque casi todos fueron afectados por la fiebre antidemocrática. La mayoría de las candidaturas fueron designadas por atributos ajenos a la democracia. La influencia de los líderes nacionales, la capacidad económica para financiar la campaña y las encuestas sustituyeron las competencias en función de atributos éticos, formación política y oferta electoral. La democracia perdió en calidad.Una proporción, en extremo alto de candidatos provinciales y municipales señalados y electos, no tenían compromisos de dirección en los partidos, ni vínculos sociales. Por su lado, todos los candidatos a alcaldes y regidores del PRD fueron productos de las negociaciones entre las élites de ese partido y las del PLD. También, muchas candidaturas del PRM se decidieron por afinidad con los dos grupos que luchan por el control político: Abinader e Hipólito. Las candidaturas del litoral progresista y de izquierda se decidieron desde la capital dominicana, sin agotar procedimientos democráticos.
El acuerdo PRM-PRSC dejó el beneficio del reconocimiento del alto financiamiento electoral al partido balaguerista. También, el acuerdo el PLD-PRD tuvo consecuencia en la sobrevivencia presupuestaria del histórico partido del »jacho prendío».Los acuerdos devinieron en una pandemia de la antidemocracia que provocó la exclusión de la participación de las bases de los partidos en los proceso de discusión de las negociaciones. La aspiración para dirigir el Poder Ejecutivo, ganar la presidencia, sacrificó desmedidamente las aspiraciones locales.
PLD preserva hegemonía, emerge el PRM y baja legitimidad del PRD
Aunque el PLD fue el partidocon menor porcentaje de alcaldes reelectos, con 22.78%, obtuvo 79 alcaldías, representando el 50% de los 158 municipios dominicanos. Por su lado, el PLD obtuvo 302 regidores. Las cifras muestran que el PLD preservó su hegemonía en el control de la mayoría de las alcaldías y de representación en los Concejo de Regidores. El PRM emergió como la segunda fuerza, desplazando al PRD. El PRM obtuvo 31 alcaldías, lo cual representa el 19.62%, y un total de 266 regidores. El PRD logro ganar 30 alcaldías (18.99%) y 217 regidores. De los partidos tradicionales, el que más bajo porcentaje de alcaldías alcanzó fue el PRSC, con 13 (8.23%). Este partido, el PRSC, logró ganar un total de 173 curules para regidores. El PRD por esfuerzo propio, según el boletín 14 de la Junta Central Electoral, sólo obtuvo una proporción superior de votos, en relación al PLD, en el municipio de Consuelo. En el resto de municipios ganados tuvo un bajo desempeño en la captación de votos propios. Quiere decir, llegan a una posición electiva con baja legitimidad municipal.
El BIS y la UDC obtuvieron 1 alcaldía, cada uno. La novedad del resultado electoral fue la victoria alcanzada por la APD y el Movimiento Independiente de Puñal, con 1 alcalde, respectivamente. El Frente Amplio obtuvo una alcaldía sin alianza; no obstante, el alcalde electo optó por el transfuguismo, abandonando y yéndose al PRD. Una lección para el Frente Amplio, que incorporó a su boleta un actor político sin la necesaria solidez ideológica y ética política. Este es el riesgo de reclutar tránsfuga. Por su lado, Alianza País, obtuvo ganancia de 1 distrito municipal. Este último mapa electoral expresa que por primera vez en la historia electoral dominicana se produce un fenómeno, aunque todavía pequeño, de emersión de fuerzas municipales con independencia y diferencia de los partidos con tradición en el control de los poderes públicos.
Finalmente, las alianzas, pactos, negociaciones que operaron como repartos y las encuestas para elegir candidatos, también, devinieron en la presentación de candidaturas a regidores en cada boleta electoral que no permitiría hegemonía partidaria. El desenlace en el tiempo surtirá efectos, más negativos que positivos, en la gobernabilidad de los Concejos de Regidores, como consecuencia de los comportamientos históricos de los integrantes de los órganos legislativos a nivel municipal; caracterizado por un ejercicio legislativo de espalda a la población y a sus propios partidos.
Escenarios con resultados electorales heterogéneos
El desenlace electoral del año 2016 es una manifestación de que lo local no se superpone o está completamente hegemonizado por las decisiones nacionales. Danilo Medina, candidato del PLD, ganó las elecciones con el 62% de los votos. Pero ese resultado fue muy diferente, desigual y muy heterogéneo en una parte importante de municipios donde perdió el PLD. El caso más emblemático fue el Distrito Nacional, capital dominicana, donde el candidato del PRM obtuvo el 57%, desplazando del poder municipal al PLD que tenía 14 años dominando esa plaza. En esta tendencia se montó el voto en San Francisco y La Vega, en cuyos municipios el PRM y aliados obtuvieron 55% y 61% de la simpatía. Una alianza opositora en Santo Domingo Este, uno de los municipios más importante demográfica y económicamente del país, pudo desplazar al candidato del PLD, el cual obtuvo el 44% de simpatías.
Gremialismo municipal neutralizada su incidencia política
La coyuntura electoral, las elecciones internas y la ausencia de contrapesos políticos y sociales se constituyeron en factores del entorno institucional para limitar el desarrollo de la agenda de las instituciones gremialistas como FEDOMU, FEDODIM, ASODORE y UNMUNDO. Durante los 12 meses del año 2016 hubo muy poca novedad en la incidencia política de estas instituciones, aun teniendo y existiendo una agenda pendiente de fortalecimiento de la institucionalidad municipal y de reforma del marco jurídico; expresado, esto último, en la necesidad de jugar un papel más beligerante en los debates de la ley de Ordenamiento Territorial y Uso de Suelo, y en la legislación referida a tránsito, transporte y movilidad urbana, y en alianza con la sociedad civil. Ambos instrumentos legales calificados como estratégico para el porvenir de los gobiernos locales, pero con algunos contenidos que amenazan su autonomía.
El PLD, partido que domina los tres poderes legalizados por el voto popular, no tuvo contrapeso de calidad en las instituciones gremiales. El PRM, principal fuerza de oposición, jugó y juega el papel de commodity a la hegemonía política del PLD-PRD. El resultado de la fortaleza de FEDOMU, y de las otras entidades del asociativismo, está determinada por los logros en el fortalecimiento de la autonomía financiera, económica, administrativa y política; y por su propia democratización. Le hace bien a FEDOMU, FEDODIM, ASODORE y UNMUNDO disponer de contrapesos políticos en su interior y complementariamente disponer de un control social que observe su desempeño institucional en juicios de valores sobre su eficiencia, eficacia, ética y transparencia.
FEDOMU y las demás gremiales disponen de tácticas y estrategias para cumplir su papel, las cuales tienen que complementarse con voluntad, decisión y capacidad política, para poder conquistar parte de la demandada autonomía y descentralización de la función pública. En contrario perderían mucha legitimidad.
La Regla de Oro perdió espacio
En agosto 2016 se intentó reeditar el Pacto por la Gobernabilidad y la Democracia, que le llaman Regla de Oro. Esta denominada regla perdió vigencia y espacios; porque el liderazgo local, fundamentalmente opositor y de parte del litoral oficialista, decidieron tomar el camino de la autonomía en las decisiones de sus municipios. En el pasado la Regla de Oro produjo un conjunto de rupturas a la institucionalidad municipal, las cuales contravenían principios de autonomía política, de descentralización, concertación local, representación, independencia de los órganos del gobierno local y de inclusión democrática de las minorías.
SISMAP Municipal agrega valor a la transparencia
El Sistema de Monitoreo a la Administración Municipal (SISMAP Municipal) agregó valor a la transparencia de los ayuntamientos dominicanos. Con este Sistema se le da seguimiento a 50 ayuntamientos en su cumplimiento de varios marcos jurídicos mandatorios de la transparencia, la participación, la planificación y la rendición de cuentas. El año 2016 cierra con 5 ayuntamientos con valor en el ranking de cumplimiento entre 90%-95%; 7 ayuntamientos con valor comprendido entre 80%-89.96%; 12 ayuntamientos con valor dentro del rango de 70.92%-79.17%. Con menor desempeño se registra en el portal un total de 26 ayuntamientos, más del 50%, con valores comprendidos entre 18.21%-69.69%.
El monitoreo realizado por instituciones de la Administración Pública y de los órganos de control no ha sido complementado por parte de las organizaciones de la sociedad civil, estas, aún teniendo oportunidad de jugar un papel de monitoreo social en los territorios, porque el SISMAP brinda de modo abierto todas las evidencias o documentaciones. Es imperativo crear una base de legitimidad social que acompañe la calificación de la legalidad por las entidades públicas y de los incentivos económicos a los que mejores desempeños tuvieren. Ayuntamiento-monitoreo público-participación social es un continuun que permite dar valor a lo público de modo transparente e inclusivo.
Cámara de Cuentas desnuda déficit en transparencia
En el 2016, en el reporte que hizo la Cámara de Cuentas al Congreso Nacional se reveló que durante el ejercicio fiscal 2015, el 38.05% de entidades municipales no entregaron ejecución mensual, el 39.28% que no entregaron informes trimestrales y el 13.18% que no entregaron presupuestos. En el reporte de informes trimestrales recibidos por región, los mayores índices de entrega correspondieron a Yuma con un 73.68%, Enriquillo con el 73.08% y Ozama o Metropolitana con el 70.31% del total a recibir. Las de menor porcentaje fueron El Valle con 49.32%, Cibao Nordeste 52.56% y Valdesia con el 56.44%. Estas cifras colocan a gran parte de los componentes del sistema municipal en estado de desacato a Ley de Cámara de Cuentas.
En los balances de años anteriores se ha advertido sobre el estado de anomia en que operan los gobiernos locales y la falta de régimen de consecuencia. La reiteración es un indicador de que los órganos de control cohabitan con los déficit institucionales que corroen el funcionamiento adecuado de las entidades que gobiernan en los territorios dominicanos.
Ley de Declaración Jurada de Patrimonios irrespetada
La Ley 311-14 sobre Declaración Jurada de Patrimonio instituye el deber u obligatoriedad de una conjunto de funcionarios públicos designados y electos de realizar bajo acta notarial su declaración de bienes patrimoniales. Esto incluye a alcaldes, regidores y personal con alta responsabilidad en los gobiernos locales. La declaración debe hacerse en los treinta(30) días siguientes a su toma de posesión, lo mismo deben hacer las autoridades salientes. Con no hacerlo u omitir información se incurriría en falta grave o de tercer grado, y su posterior destitución. Todavía el 8 diciembre 34, el 22%, de los alcaldes se mantenía irrespetando la Ley sobre Declaración Jurada de Patrimonio, y ninguno recibió sanción, ni por los mecanismos judiciales ni por los propios partidos a los que pertenecen. Por su lado, se desconocen los datos de las cantidades de directores, vocales, regidores y funcionarios municipales que no lo han hecho. El porcentaje de alcaldes que no lo hicieron es un indicador para sustentar apriorísticamente de que iguales o superiores porcentajes de las otras autoridades municipales y de juntas de distritos no lo han hecho. Es importante destacar que una porción de los funcionarios de la Administración Pública Central han sido obligados a cumplir la Ley, muchos no lo hicieron y no hubo consecuencias, como tampoco para las autoridades locales.
Continúa la desigualdad de género en el poder político municipal
Los resultados electorales en el nivel municipal manifiestan la continuidad de un alto desequilibrio en el control del poder político entre hombres y mujeres. Las mujeres avanzaron muy poco en las pasadas elecciones del 15 de mayo 2016. Hay registro de nuevas alcaldesas. También, hay datos de ganancias de nuevas plazas. De las 12 alcaldesas del período 2010-2016, únicamente 5 pudieron retener el poder: San Juan de la Maguana, Sabana de la Mar, Sosúa, Sabana Grande de Boyá e Higüey.
Para el próximo período de Gobierno Local 2016-2020, vuelve de nuevo el porcentaje de plazas a subir, aunque con un porcentaje que se puede considerar bajo, pírrico. Parte de los causales de este bajo nivel de participación política son los equilibrios de género en la dirección política de los gobiernos locales y los métodos de elección, entre otros aspectos que sustenta la brecha de género. En las pasadas elecciones un total de 19 municipios, de 158, fueron ganados por mujeres: Bánica, Cayetano Germosén, Estebanía, Guaymate, Peralta, Polo, Restauración, Sabana de la Mar, Salcedo, San Juan de La Maguana, Sosúa, Tenares, Yaguate, Higüey, Sabana Grande de Boya, Matanzas, Cotuí, Esperanza y Guerra. Esto representa el 12%, qué es casi similar al alcanzado para el período que concluyó (2010-2016), que fue de 11.26%.
En el 2016, una tendencia perversa se ha posado en algunos municipios donde algunas mujeres regidoras, por voluntad propia u obligadas, han renunciados a su cargo para darle pasos a sus suplentes, que son hombres. Una tendencia antiética, desinstitucionalizante y consecuente con la miseria humana con que operan algunos liderazgos locales.
Este mapa del poder político expresa un alto nivel de desequilibrio. El cual podría estar determinado, como problema estructural, con las ventajas sociales, políticas y económicas de los hombres frente a las mujeres. El poder político es la expresión de quien más poder social y económico tiene. Más mujeres pobres, analfabetas, con más maltratos físicos y sicológicos, con menos posibilidad de empleos y con menos cargos directivos que los hombres, se convierten en los principales obstáculos para el equilibrio en la dirección de los poderes públicos. Según la OIT, el 70% de los pobres del mundo está constituido por mujeres.
Ni el 33% de la cuota per se ni la descentralización política han conducido necesariamente a la ampliación de oportunidades para las mujeres. Si la cultura política limita la ampliación de oportunidades a las mujeres, también la mayoría de las que tienen o han tenido poder político se identifican muy poco con la perspectiva de género. Esto es demostrable en las pocas evidencias del alcance de las buenas prácticas de equidad de género en el ejercicio de poder por parte de alcaldesas y regidoras. Pero, el dado no sólo se le puede cargar a las mujeres, porque tampoco los hombres que ocupan alcaldías aplican con grado de sistematicidad y estratégica las políticas de género.
Centralización del gasto público
En el informe del Banco Mundial, 2016, se indica que la inversión pública está muy centralizada, con un 75 por ciento de la inversión en el período 2012-2015 concentrada en nueve provincias que representan el 54 por ciento de la población del país. Por otro lado, para el 2017, el gasto continuará centralizado en el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo, en las cuales se concentrará casi el 70% de la inversión pública, teniendo ambas un porcentaje de población estimada en 35%. Pero un gasto administrado exclusivamente por la Administración Central y sin participación de los gobiernos locales.
Centralización sin transferencia de poder financiero desde el nivel superior del Estado hacia los niveles locales y concentración del presupuesto en los grandes centros urbanos constituyen las más malas de las políticas de promoción de la equidad territorial y social. Los municipios dominicanos recibieron en el 2016 una transferencia que ronda el 3.50% de los ingresos internos de la Nación dominicana, porcentaje muy similar a lo recibido en el año 1998. También la transferencia limitada al criterio poblacional produce una recentralización por parte de los gobiernos locales que concentran la mayor población, lo cual impacta desfavorablemente la equidad entre los municipios grandes y los periféricos o alejados de los grandes centros urbanos.
Con una estructura del gasto público caracterizado por el pago del servicio de deuda pública y el gasto corriente con dosis de improductividad se hizo y se hará imposible cumplir con la transferencia del 10% del presupuesto público a los gobiernos locales. No obstante existen opciones para mejorar las empobrecidas finanzas locales como son la transferencia de impuestos de vocación municipal que controla el Gobierno Central, desarrollando fondos de cohesión territorial mediante modalidades de coordinación e incentivando la mejora de la recaudación propia, de modo que se baje la pereza fiscal de las alcaldías.
Irresponsabilidad política con las deudas municipales
La mayoría de alcaldes y directores de juntas municipales que fueron juramentados para el período 2016-2020 recibieron las administraciones locales con altísimo porcentaje de deudas, muchas legales y otras ilegales, porque no tenían soportes. Un equivalente en deuda por más del 30% de los que reciben todos los cabildos del país es el porcentaje del déficit o débito que han dejado los alcaldes del Distrito Nacional (2,000 M), Santiago (1,500 M), Santo Domingo Este (900 M), Santo Domingo Norte (700 M), La Romana (400 M) y La Vega (300 M). Los seis gobiernos locales acumulan una deuda ascendente a 5,900 millones de pesos. El control y la responsabilidad de endeudamiento tiene muchos responsables, además de los alcaldes. Los órganos de control interno y externo del Estado, como son Cámara de Cuentas y Contraloría tienen responsabilidades y pueden alertar sobre el endeudamiento cuando se remiten los informes financieros. Los contralores municipales dependientes directos de los Concejos de Regidores tienen responsabilidad en informar y visar los documentos de las deudas, y, por su lado, los regidores en aprobar o no los créditos como parte del presupuesto municipal. Por su parte, los partidos políticos, ganadores y derrotados en las alcaldías, no emitieron ninguna opinión sobre el endeudamiento irresponsable, que a la larga lo que hace es bajar la posibilidad de inversión en bienestar de la población y la necesaria legitimidad del ejercicio de la función pública local. El modelo de endeudamiento nacional no puede ser el paradigma para el endeudamiento municipal
Sociedad Civil avanzando con necesidad de sostenibilidad
Las estructuras con carácter o propósito social han crecido en número en los municipios dominicanos. Unas que demandan transparencia, participación, democracia y equidad de género, como estrategia de institucionalización; otras que demandan obras de infraestructuras físicas y servicios para obtener bienestar social. Las dos dimensiones no han podido articularse. La primera con alto predominio o control de la clase media y de ONGs. La segunda con clase media y sectores populares insertados en barrios y urbanizaciones, y con menores niveles de coordinación. En la coyuntura electoral del año 2016 el proyecto Ciudadanía Activa, dentro de la primera dimensión, fue el que más incidencia tuvo en algunos municipios. Este proyecto gestionado a través de un consorcio de organizaciones de la sociedad civil aportó en la coyuntura electoral, hasta donde pudo, al debate en los municipios sobre los temas de transparencia y participación social. La sociedad civil organizada y que tiene apuestas a estrategias de fortalecimiento institucional sigue teniendo desafíos, no alcanzados hasta ahora, de un mayor posicionamiento en la opinión pública, incidencia sistemática para la movilización social en la perspectiva de aportar de modo concreto al cambio de los déficit de la cultura política, la necesaria transcendencia de la visión proyectista, que algunos miran como fin y no como medio. Es desafío, para su sostenibilidad, el impulso de la Red Nacional por la Transparencia Municipal, creada en este año 2016. Que esta Red sea la diferencia de aquellas redes, consorcios, articulaciones y foros que sucumbieron en el pasado ante el vacío de un liderazgo activo y responsable. Más movimiento social, más demandas de bienestar y más politización de la acción son esferas para el éxito y la sostenibilidad.
COPREM con aportes instrumentales
La Comisión Presidencial para la Reforma Municipal (COPREM) aportó instrumentos que deberán traducirse concretamente en políticas, cuyas responsabilidades recaen en sus estructuras. Instrumentos claves fueron los estándares de calidad para un grupo de servicios públicos municipales (cementerios, servicios fúnebres, construcción de calles y aceras, iluminación, recolección y transporte de residuos sólidos; marco legal para la reforma de la Liga Municipal Dominicana; seguimiento a la mejora del SISMAP Municipal; diseño del anteproyecto de Ley de Administración Local y el Régimen Territorial; y la puesta en marcha de las mesas de servicios públicos, transparencia y participación, y legalidad. Está por delante, que es lo estratégico, que las entidades públicas aterricen los instrumentos convirtiéndolo en planes, programas y proyectos; y asegurar, que es deuda pendiente, que organizaciones de la sociedad civil sean incorporadas a la dinámica de reforma y modernización que impulsa la COPREM, desde las mesas sectoriales y en las territoriales.
Año 2017: Lo que debería venir
· A principio del 2017, la prioridad en el debate y la decisión política estarán concentrada en la elección del secretario general de la Liga Municipal Dominicana. Existe un hartazgo, muy viejo, en la sociedad dominicana en relación al modelo institucional imperante desde hace varias décadas. Históricamente ningún partido político ni ningún líder, aspirante, ligado a asuntos municipales ha servido opinión sobre la reforma de la estructura institucional; la reorientación del gasto, el cual es muy superfluo en diferentes clasificadores presupuestario; su descentralización territorial; y el modelo de elección para la toma decisiones políticas y administrativas, el cual resulta muy costoso. El desempeño del Instituto de Capacitación Municipal (ICAM), estructura muy estratégica para el desarrollo local podría agregar valor, pero esto está en dependencia de superar los exiguos presupuestos concertados. El sistema de partido debe importarle la Liga más allá de la negociación para reparto de cargos. La sociedad civil y la que no es organizada deberá asumir responsabilidad de observar la inversión de más de 850 millones de pesos, que lo aportan los ciudadanos y ciudadanas.
· El año 2017 será un año en el cual se podría disponerse de dos marcos jurídicos estratégicos para el desarrollo territorial, la gobernabilidad y la coordinación entre los dos niveles de gobiernos: Nacional y Local. Dos leyes deberán ser aprobadas:Ordenamiento Territorial y Uso de Suelo en el piso, y Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial de la República Dominicana. Ambos proyectos requieren opiniones, o reiterarlas, en torno a que se preserve la autonomía administrativa y política de los Gobiernos Municipales, como tendencia mundial. El proyecto de Ley de Regiones Únicas debería incorporarse al proyecto de Ley sobre Ordenamiento Territorial y Uso de Suelo.
· El año 2017 será un año de consultas, discusiones, análisis y reflexiones sobre el anteproyecto de Ley de Administración Local y el Régimen Territorial. Legislación, ésta, necesaria para modificar en gran medida la Ley 176-07 del Distrito Nacional y de los Municipios. Una gran oportunidad para reparar fallas de esta legislación y hacer ajustes para adecuarla a las nuevas legislaciones existentes, después de su promulgación. Una gran oportunidad para la COPREM poner a funcionar las Mesas Territoriales con actores de la sociedad civil y de las instituciones públicas que operan en los municipios. Una gran oportunidad para articular a todo el tejido político y social que opera en relación a la modernización y reforma de los municipios dominicanos.
· El año 2017 sería un buen año para que la oferta electoral del actual Gobierno comience a concretizarse en temas de fortalecimiento del sistema municipal. Aterrizar la reforma a la Liga Municipal Dominicana, ampliar el número de municipios y distritos municipales como participantes o beneficiarios del SISMAP Municipal, poner en funcionamiento el Fondo de Infraestructuras y de Cohesión Territorial, fortalecimiento de las capacidades de planificación, disminución de la brecha digital en los municipios, apoyo a las capacidades financieras de los ayuntamientos, etc.
· El año 2017, primero de ejercicio presupuestario de las nuevas autoridades municipales, ideal para poner en marcha Observatorios Ciudadanos de la gestión municipal. Poner el ojo en la transparencia, la rendición de cuentas, la participación democrática y la prestación de servicios de calidad. Año 2017 para el empoderamiento ciudadana en el ámbito de la Justicia, para judicializar casos de corrupción privada y pública; apoyar legalmente al liderazgo social local o comunitario con menores capacidades de incidencia en las decisiones Contenciosas y Administrativas, por violaciones a normativas urbanísticas y de los derechos ciudadanos al libre acceso a información y a la protección al medio ambiente.
· Con voluntad y decisión política, las autoridades municipales podrían impulsar en el año 2017 la estrategia de Inspección Urbana Ciudadana, aprobando un reglamento o normativa que permita que la ciudadanía inspeccione en los territorios las principales infracciones que se comenten contra las normas municipales. Esta norma, de fuerte empoderamiento ciudadano, aportaría a la eficiencia, eficacia y transparencia de la gestión de los ayuntamientos; los cuales no disponen de las capacidades operativas, y otros casos de voluntad política, para controlar cotidianamente las infracciones.
La calidad de lo que debería venir está en dependencia de los compromisos sociales y políticos para aportar valor a lo público. Valor manifestado en colocar al individuo como sujeto y objeto del desarrollo humano. Valor en los valores de honestidad, de la ética, de la transparencia, de la democracia de inclusión social, de la autonomía e independencia de la autoridad pública municipal. Valores necesarios para fortalecer el Estado Social, Democrático y Derecho, muchos ausentes en el ejercicio político en República Dominicana.