Las organizaciones que promueven el derecho a la vivienda en el país han definido como: “un total fracaso”, el recién terminado 2016 como el año del fomento a la vivienda, que había proclamado el gobierno del presidente Danilo Medina mediante el decreto 389-15, ya que no permite a los más pobres acceder a una casa digna, ni el déficit habitacional se ha reducido considerablemente. Además, en el proyecto Boca de Cachón entregado en 2013, ya se reportan nichos con déficit.
Discriminación. Es imposible para una familia con ingresos de RD$65,000 acceder al más económico de los apartamentos en la Ciudad Juan Bosch.
Rafael Jovine: “Como los pobres no tienen acceso a comprarse un apartamento en la Ciudad Juan Bosch, están buscando público en EE.UU. y Europa”
Al concluir el pasado año dedicado al derecho a la vivienda, es un sueño imposible para un dominicano que gane hasta 10 veces el sueldo mínimo pensar en obtener un apartamento en la ciudad Juan Bosch. El déficit habitacional de 2.6 millones de hogares del que habló el Presidente cuando inició el proyecto se ha mantenido casi estático y los apartamentos de la gran ciudad modelo están siendo promovidos en el exterior con la mayoría todavía vacíos.
Las organizaciones Ciudad Alternativa y ¡Casa Ya! definen el 2016 como: “El año de fomento a la vivienda, sin derecho a la vivienda”, ya que mediante un análisis que realizaron entorno a las políticas aplicadas y los proyectos construidos, han concluido que solo fue un año para dinamizar el mercado de la construcción que tomó fuerza con la Ley de Fideicomiso, y no de beneficiar a la población que es parte del déficit con una vivienda digna como se había previsto, y como manda la Constitución en el Artículo 59 y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
A continuación se detalla en cinco puntos el por qué estas instituciones, que defienden el derecho de los dominicanos a una vivienda, consideran ha sido un fracaso.
1. El presupuesto asignado
Jenny Torres: “Los grandes beneficiados en el año de la vivienda fueron los constructores. Los pobres siguen sin tener acceso a una casa digna”
Jenny Torres: “Los grandes beneficiados en el año de la vivienda fueron los constructores. Los pobres siguen sin tener acceso a una casa digna”
Uno de los puntos tocados por las instituciones ha sido el decadente presupuesto que año tras año se dedica al tema habitacional en el país, y que curiosamente, en el año que se había establecido para fomentar este derecho constitucional, disminuyera de 0.10% en 2015 a 0.06% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2016. “Ni más, ni igual, sino menos” de lo que se había dedicado el año anterior.
El 0.06% del 2016 es la segunda cifra más pequeña de los últimos diez años que ha recibido el sector vivienda del presupuesto, y que ambas, precisamente, han sido en los gobiernos del presidente Medina, quien ha establecido el tema habitacional como una de sus prioridades en ambos mandatos.
En el resto de los años, el presupuesto para estos fines se ha manejado de la siguiente manera: 2010 fue de 0.13%; en 2011 de 0.07%; en 2012 de 0.11%; en 2013 de 0.04%; y en 2014 de 0.06%, todos por debajo del 1% del PIB.
De los últimos 17 años, en el que más se dedicaron recursos al tema fue en 2003, cuando se otorgó un presupuesto de un 0.59% y luego en el 2008 un 0.55%, pero nunca, en ninguno de los presupuestos, se ha llegado a un 1% del PIB, para asegurar a los dominicanos uno de los derechos fundamentales que es un techo.
“Como foro ciudadano que vela por este tema, fue muy grato escuchar que ese sería el año -2016- de fomento a la vivienda, porque significaba que las políticas y esfuerzos del gobierno iban a estar dirigidos a mejorar la situación actual de más de dos millones de personas que viven en déficit habitacional. Se pondría el tema de la vivienda sobre el tapete. Se cambiarían las políticas de Estado para beneficiar a los afectados y el presupuesto que se le dedica. Esa solo fue nuestra expectativa, la realidad fue otra”, explicó indignada Jenny Torres, coordinadora de Cambios en políticas públicas de Ciudad Alternativa.
Héctor Bretón: “El año de la vivienda dinamizó el sector construcción, por el significativo apoyo y respaldo del Gobierno, y el impulso a la Ley de Fideicomiso”
2. Varias instituciones haciendo lo mismo
Una de las razones por las cuales el déficit de vivienda ha aumentado en el país es que el presupuesto dedicado a la construcción se ha segmentado en unas siete instituciones del Estado que no precisamente tienen como principal función fomentar el derecho a la vivienda.
“Tanto el Ministerio de Obras Públicas, el Instituto Nacional de la Vivienda (Invi), el Ministerio de la Presidencia, el Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales, el Despacho de la Primera Dama, el Instituto de Auxilios y Viviendas, como otros, están llevando a cabo acciones de mejoramiento de casas, cuando la única entidad que debe estar emprendiendo esas políticas es el Invi”, dijo la coordinadora, quien además definió a esta última institución como la única que realmente se dedica a disminuir el déficit habitacional que hay en el país.
Buscan vender apartamentos fuera de RD
Ante la gran cantidad de inmuebles sin vender, sobre todo porque la mayoría de los dominicanos no llenan los requisitos para adquirirlos, los apartamentos son ofertados a los nativos que residen en Europa y Estados Unidos, que pese a tener derecho a un techo en su país, no son parte del déficit habitacional local.
El hecho de que tantas organizaciones gubernamentales ejecutan acciones de proyectos habitacionales, “hace que no se trabaje bajo el mismo objetivo, o sea, cada institución construye a como decida, sin estándares de construcción nacionales ni un orden lógico, lo cual provoca que suplir la falta de vivienda sea ineficiente”, y se perciba desde fuera una especie de clientelismo que busca favorecer a los representantes de esas organizaciones, como suplidores de mejora de vida para algunas personas.
3. No se buscó beneficiar a la mayoría
Más del 80% de la población dominicana contratada gana por debajo de los 25,000 pesos al mes, y de ese total un 64.7% devenga menos de 15,000 pesos, según informó la Tesorería de la Seguridad Social en noviembre de 2016; lo que significa que de la población dominicana “que tiene un trabajo formal”, más del 80% no tiene cómo optar por una de las viviendas construidas por el Gobierno, suscribiéndose esta política a un diminuto y exclusivo grupo de la sociedad que gana por encima de los RD$65,000.
Si una persona desea comprobar si puede optar por uno de los apartamentos, lo puede hacer desde su teléfono móvil o su hogar, entrando a la simuladora de préstamos hipotecarios de cualquiera de los bancos afiliados a los proyectos habitacionales.
Si se ingresa, por ejemplo, a la simuladora del Banco de Reservas y el ciudadano coloca sus datos de la siguiente manera (caso hipotético): la casa tiene un valor de un millón 71 mil pesos (lo que cuesta el apartamento más económico en Ciudad Juan Bosch), y el préstamo sería de 800,000 pesos a una tasa de interés de un 8% en 20 años, el usuario (supongamos que tiene un gasto de 20 mil pesos al mes de los 61 mil pesos que gana) recibirá una respuesta del banco donde se le indica que “no califica porque la cuota que pagaría al mes excede su capacidad de endeudamiento”.
“Para tu adquirir una casa de las que construyó el gobierno debes de ganar por encima de los 80 mil pesos, y no tiene mucho sentido, porque quien tiene un salario en este país de esa cantidad no vive en condiciones de déficit habitacional. Puede que viva en una casa alquilada, pero no en condición de déficit”, aclaró Torres.
Proyectos habitacionales:
– Ciudad Juan Bosch Santo Domingo Este y Ciudad Juan Bosch Santiago, entre los dos se construirán unas 35 mil nuevas viviendas.
– La Nueva Barquita, en Santo Domingo Norte, con 5,500 viviendas.
– Boca de Cachón, cerca del Lago Enriquillo, con 546 familias beneficiadas.
-Mesopotamia en San Juan de la Maguana, está en construcción, y se beneficiarían 535 familias.
-En el proyecto El Riíto de La Vega se entragaron 208 viviendas a familias de escasos recursos.
“No solo tenemos la información constatada, sino que se puede verificar a través del internet, que como la sociedad dominicana no puede acceder a esas viviendas, el Gobierno las está promocionando para dominicanos que viven en el extranjero, como una forma de asegurar que esos apartamentos se vendan sí o sí, haciendo la salvedad, de que aquellos que residen fuera del país no son parte del déficit habitacional”, aseguró el economista Rafael Jovine, de la comisión de análisis de ¡Casa Ya!
En diversas calles transitadas por dominicanos en el exterior, incluyendo negocios, es frecuente ver afiches donde se promocionan los apartamentos de la Ciudad Juan Bosch, como un proyecto destinado a los quisqueyanos que viven fuera de la media isla. Tal es el caso del sector Cuatro Caminos y la calle Bravo Murillo en Madrid.
Incluso, las constructoras promocionan activamente la venta de los apartamentos a grupos de dominicanos residentes en Estados Unidos, España y otros países.
4. No hubo intención de disminuir el déficit
Para solucionar el problema habitacional en el país y haber declarado el año de la vivienda, el punto de partida debió ser el dato exacto de cuántas personas viven en déficit. De por sí, el gobierno maneja dos versiones distintas, de dos instituciones del Estado, una es la que dice el Ministerio de Economía en la que cita a menos de un millón, y la otra es la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) que habla de más de dos millones.
“El dato real es el de la ONE, el cual contempla a las personas que viven arrimadas en casa de un familiar como parte del déficit habitacional, y las viviendas que no cuentan con electricidad ni agua.
Estamos hablando de más de 800 mil viviendas que se necesitan urgente”, señaló Jovine.
“Si el Gobierno se hubiera preguntado ¿cuánto cuesta solucionar el déficit?, quizás hubieran acertado en la aplicación de políticas beneficiando a los más pobres”, dijo el miembro de la comisión de análisis de ¡Casa Ya!
El economista explicó que para solucionar el tema de la vivienda en tan solo un año, se hubiera podido lograr con la inversión de un 7% del PIB, pero si se quería hacer progresivamente, bastaba con que se aplicara el 1% del PIB por 10 años.
5. Solo se benefició al sector de la construcción
Las organizaciones que promueven el derecho a la vivienda destacaron el impulso que tuvo en el 2016 la Ley 189-11 sobre Desarrollo del Mercado Hipotecario de Fomento al Fideicomiso, y con varios años aprobadas
La unión del sector público con el privado para producir infraestructuras, a las que les llaman “viviendas de bajo costo”, facilitó que otras empresas que no se dedicaban a este tipo de construcción se dediquen a incursionar en este mercado. Antes solo siete constructoras se dedicaban a ese negocio, pero con las facilidades del gobierno, más de 40 han decidido fabricar esa clase de vivienda.
“Aunque se les ha llamado erróneamente vivienda de bajo costo a esos nuevos proyectos, hay que aclarar que realmente no están destinadas para personas que viven en condiciones de pobreza que es donde está la mayor parte del déficit de vivienda en el país”, destacó Jenny Torres Ciudad Alternativa.
La experta en cambios de políticas públicas dijo que lo que cambia de esa ley del fideicomiso es la tenencia; “por ejemplo, una pareja joven donde ambos trabajen y entre los dos, más o menos, llegan a los 80 mil pesos, y en vez de seguir pagando alquiler, deciden comprar su propio apartamento con agua, luz y otros servicios. Eso cambia las opciones de ese grupo de personas, pero no resuelve el tema de la vivienda”, concluyó.
De su lado, Jaime Rodríguez, abogado de la comisión de análisis de la organización ¡Casa Ya!, advirtió que el hecho de que más del 70% de la población no pueda acceder a esas casas, constituye una discriminación a la sociedad, como política de Estado, pero no si se mira como una política de mercado.
“Pese a que el Presidente habla de que está muy preocupado por el bienestar de los más pobres, parece estar disociado de sus políticas ejecutadas, incluso, en el proyecto habitacional Boca de Cachón, que tiene tres años que fue entregado en la provincia Independencia y ya para el 2016 muchas de esas casas son parte del déficit, ya que a algunas no se les ha instalado el agua y tenemos fotografías de las grietas que presentan otras”, deploró Rodríguez.
Por otro lado, el presidente de la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de la Vivienda (Acoprovi), Héctor Bretón, definió el 2016 como “un buen año para la vivienda”, ya que fruto de la estabilidad económica que ha habido en el sector, los constructores están creciendo.
“En 2015 tuvimos una incidencia del PIB por encima del 13%, para el 2016 estimamos que habrá una cifra igual o superior”, indicó.
El presidente de Acoprovi señaló que el mercado de la construcción se dinamizó el año pasado, ya que en períodos anteriores solo unas cinco o seis empresas se dedicaban a construir viviendas de bajo costo y en 2016 han crecido a más de 50 que se están dedicando a este tipo de construcción con proyectos que van desde 300 hasta 5000 viviendas.
“El año de la vivienda también ha beneficiado al sector, porque ha habido una estabilidad en los precios de los materiales, una cierta estabilidad en los costos de construcción, de la mano de un apoyo significativo del Gobierno”, añadió Héctor Bretón.
Los proyectos
Entre las iniciativas de construcción del gobierno para disminuir el déficit de vivienda está el proyecto habitacional Ciudad Juan Bosch, que se levanta en cuatro millones de metros cuadrados, ubicados en la autopista Las Américas, próximo a la autovía del Este y carretera San Luis; hay una segunda versión para Santiago de los Caballeros.
El gobierno también ha reubicado comunidades de alto riesgo y vulnerabilidad, tales como Nuevo Boca de Cachón en la zona del Lago Enriquillo y La Nueva Barquita en Santo Domingo Norte; Riíto de La Vega y La Mesopotamia en San Juan de la Maguana. También se ha apoyado a los adquirientes de primera vivienda con subsidios, tales como el Bono ITBIS y el Bono Tierra, que representan entre un 8% y un 12% del precio, contribuyendo con el pago del inicial.
Sobre el tema, durante varias semanas MetroRD trató de contar con las opiniones del ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, y el director del Instituto Nacional de la Vivienda, Mayobanex Escoto, pero ambas entrevistas no fueron posibles por razones desconocidas.
¿Qué debe tener un año de la vivienda?
Tanto la comisión de análisis de la organización provivienda ¡Casa Ya!, como la Coordinación de Cambios de Políticas Públicas de Ciudad Alternativa, han concluido que para que haya un avance significativo en el país, es necesario que se orienten las políticas en la misma dirección, tomando en cuenta seis puntos:
1- Promover el fortalecimiento institucional para manejar de forma adecuada el sector vivienda.
2- Incentivar el desarrollo de programas integrales, desde y con los asentamientos humanos empobrecidos, accesibles a personas con discapacidad y adecuados a las necesidades de los hogares y condiciones climáticas, ambientales y culturales, considerando la capacidad de acogida de los territorios y las habilidades de los habitantes.
3- Definir, reglamentar, regular y controlar el cumplimiento de estándares de calidad para la construcción de viviendas y sus entornos, que garanticen la habilidad, accesibilidad, la seguridad integral y el acceso a servicios básicos de los habitantes, como mecanismo para reducir el déficit cualitativo y cuantitativo de las casas.
4- Asegurar la sostenibilidad de la política de vivienda.
5- Elaborar un plan decenal de vivienda que integre una mirada amplia del hábitat, que integre el uso de espacio público para toda la población e integre el ocio, tiempo libre, deporte y actividad física.
6- Fortalecimiento de la política de gestión de riesgo que asegure el cuidado de las familias antes, durante y después de la ocurrencia de cualquier fenómeno que afecte la estadía de familias en sus nichos.
FUENTE: METRORD.DO