Nelson Mandela fue un extraordinario defensor mundial de la dignidad y la igualdad, “fue un ejemplo de valor, compasión y compromiso con la libertad, la paz y la justicia social. Vivió con arreglo a esos principios y estuvo dispuesto a sacrificar su libertad e incluso su vida por ellos”.
Con estas palabras recordó al líder sudafricano el Secretario General de la ONU este jueves en su mensaje con motivo del Día Internacional de Nelson Mandela.
António Guterres afirmó que los llamamientos del “emblemático e inspirador” Mandela en favor de la cohesión social y el fin del racismo “son particularmente pertinentes hoy en día, cuando el discurso de odio está cada vez más presente en todo el mundo”.
El mensaje de Nelson Mandela para el mundo es claro. Cada uno de nosotros puede dar un paso adelante y actuar para lograr un cambio duradero. Todos tenemos el deber de hacerlo, dijo el Secretario General en la conmemoración del día internacional dedicado al líder sudafricano.
Cada uno de nosotros puede dar un paso adelante y actuar para lograr un cambio duradero.
Guterres consideró que la labor colectiva en pro de la paz, la estabilidad, el desarrollo sostenible y los derechos humanos para todos debería seguir la ruta marcada por Mandela.
“Nuestro mejor homenaje son nuestras acciones. El mensaje de Nelson Mandela para el mundo es claro. Cada uno de nosotros puede dar un paso adelante y actuar para lograr un cambio duradero. Todos tenemos el deber de hacerlo. En este día de reflexión sobre la vida y obra de Nelson Mandela, defendamos su legado y aspiremos a emular su ejemplo”, concluyó.
El Día Internacional de Nelson Mandela se celebra cada 18 de julio desde 2010. La jornada fue establecida por la Asamblea General de la ONU en noviembre de 2009 en reconocimiento a la contribución del ex presidente de Sudáfrica a la cultura de la paz y la libertad.
Recordando el mensaje de Mandela en la Asamblea General
La ONU en Nueva York fue sede de la Cumbre de la Paz Nelson Mandela durante la semana de la Asamblea General del año pasado, donde unos 100 jefes de Estado y de Gobierno, ministros y Estados miembros adoptaron una declaración política para redoblar esfuerzos dedicados a construir un mundo justo, pacífico, próspero e inclusivo.
La declaración, que proclamó al período de 1919 a 2028 como El Decenio de la Paz de Nelson Mandela, saluda a Mandela, o «Madiba» como lo conocen los sudafricanos por su humildad y compasión, al tiempo que reconoce su contribución a la lucha por la democracia y la promoción de una cultura de paz mundial.
En 2015, las Naciones Unidas adoptaron las reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos, conocidas como «Reglas de Nelson Mandela» para promover condiciones humanitarias en las prisiones, aumentar la conciencia de que los presos son parte de la sociedad y valorar el trabajo del personal penitenciario, recordó la presidenta de la Asamblea General durante un acto especial este jueves en ese órgano.
«En consonancia con una vida dedicada a representar con acciones las palabras, el Día de Mandela no está marcado por grandes palabras o gestos, sino por la acción tomada por los individuos en sus comunidades», dijo Maria Fernanda Espinosa, señalando que ella y algunos integrantes de su equipo estarían entre los Voluntarios de la ONU que ayudarán preparar y servir comidas en un centro comunitario en el barrio de bajos ingresos de Brownsville, Brooklyn. Un lugar que el propio Mandela visitó en 1990.
Espinosa reconoció que para mucha gente en Nueva York «la ONU puede sentirse como algo distante», y agregó que estaba «encantada» de hacer algo tangible «para servir a las personas en Brooklyn, mientras nos esforzamos por servir a toda la humanidad».
La líder de la presente sesión de la Asamblea General se reunió con el presidente Mandela durante la Cumbre del Clima de 2002 en Johannesburgo, donde dijo haberse sorprendido de “cómo su profundo respeto por la dignidad humana era evidente en cada interacción con quienes lo rodeaban».
«Podemos canalizar su espíritu y honrarlo al llevar adelante su legado incluyendo esfuerzos para combatir el racismo y el discurso del odio y abordar los impactos duraderos del colonialismo y la esclavitud, que exigen que hagamos más para construir una cultura de paz”, aseguró Espinosa.
Además, subrayó la necesidad de demostrar una mayor confianza, cooperación y responsabilidades compartidas para abordar las múltiples crisis del mundo, incluido el cambio climático, el conflicto, y la pobreza. “No puede haber mejor tributo a Mandela que ser los guardianes y los administradores del planeta», aseveró.
«A medida que nos enfrentamos a desafíos antiguos y nuevos, dejemos que el legado de Madiba nos inspire a actuar de una manera que coincida con la ambición de nuestras resoluciones», concluyó la presidenta de la Asamblea General.