El candidato presidencial del partido republicano, Donald Trump, saltó a la presidencia de los Estados Unidos, tras vencer a Hillary Clinton, cándidata por los demócratas. La victoria se produce luego de que el Magnate superara voto a voto a su contrincante en los estados claves de Carolina del Norte, Florida, Iowa y Ohio. Desde entonces los líos no paran.
El controversial candidato, conquistó 290 votos electorales, contra 228 de la candidata demócrata. Para ganar eran suficientes, 270 votos electorales.
En el nivel de votos populares, Hillary Clinton supera a Trump con 60,467,245 millones de votos, para un 47.7%. En cambio, el magnate obtuvo un total de 60,071,650 millones de votos, lo que representa un 47.5% del total. La ventaja a favor de Clinton es de 395,595 votos populares. El asunto es, que esta diferencia no cuenta para ganar la presidencia.
El candidato por el partido libertario, Gary Johnson, obtuvo 4,087,972 votos populares, para un 3.2% de los votos válidos emitidos.
Las elecciones de Nicaragua, antecedieron las de EEUU. En efecto, el domingo antes, Daniel Ortega, fue electo presidente del país centroamericano, en medio de un proceso muy cuestionado dentro y fuera de la nación.
De su lado, la República Dominicana, está inmersa en elegir los integrantes de las altas cortes, la Cámara de Cuentas y la Junta Central Electoral. La preselección de las ternas y la desconfianza de los ciudadanos en el sistema de elección, mantienen el país político en zozobra.
Así mismo, la elección de Trump se produce en medio de un proceso “atípico” en Norteamérica. Por ejemplo, la campaña previa se caracterizó por las diatribas y epítetos ofensivos lanzados entre los dos principales candidatos, como si los argumentos políticos se hubieran agotado.
El proceso, durante la campaña y en las propias votaciones, pintó un paisaje electoral con tendencia latina. Por ejemplo, una persona murió y al menos otras tres resultaron heridas en un tiroteo registrado cerca de un centro de votación en los Ángeles, California, informó la policía de la ciudad. Por el momento, la policía busca a al menos un sospechoso que consideran está fuertemente armado.
Por su parte, The New York Times, informó que al menos 15 personas fueron detenidas en manifestaciones en Nueva York, Chicago y otras ciudades, en contra del presidente electo Donald Trump.
Durante la campaña, las redes sociales se mantuvieron copadas durante meses con “memes” de todo tipo, promoviendo mensajes que rayan en la vulgaridad.
En otro tono, el Presidente de los EEUU, Barack Obama, felicitó por teléfono a su sucesor, Donald Trump para felicitarlo por el triunfo. El mandatario aprovecho para concretar su primera reunión con el magnate.
En efecto, el encuentro se produjo el jueves 10, el objetivo del encuentro era, ultimar los detalles para el proceso de transición. El Presidente Obama también llamó a Hillary Clinton y le expresó su admiración por la “fuerte campaña que realizó por todo el país”.
Por otro lado, muchos recordaran que en el año 2000, el republicano, George W. Bush, entonces presidente de EEUU, perpetró un fraude electoral contra el candidato demócrata Al Gore.
¡Cada vez hay más líos!
¿Será que seguiremos acumulando evidencias de que el coloso del norte tiene poca cosa que enseñar a los latinos en materia electoral?
Menos mal que no todo fue gloria para Trump, ni derrota para Clinton. En Paris, Francia, la candidata demócrata, Hillary Clinton, venció a Donald Trump, 404 votos a 150. El hecho constituye una tradición que data desde el año 1911. En un mítico bar parisino, denominado “Harry’s” se llevan a cabo votaciones extraoficiales entre los clientes del emblemático bar. La práctica se repite siempre que hay elecciones en Estados Unidos.