Revolución Educativa no puede ser solamente construcción de aulas y tanda extendida. Ni la dignificación docente únicamente se resuelve con aumento de salarios y pensiones
La Coalición Educación Digna (CED) disiente con el presidente Danilo Medina en la afirmación que hiciera en su discurso el pasado 27 de febrero, de que dedicar el 4% a la educación en estos cuatro años, consolida su revolución educativa, ya que la Estrategia Nacional de Desarrollo contempla que para este año la inversión en educación debería ser el 5% del PIB, por citar un ejemplo.
La CED considera que hablar de Revolución Educativa, supone transformaciones profundas que, al menos en este discurso, no fueron puntualizadas más allá de la inversión en infraestructura y tanda extendida, dejando una sensación de desbalance al excluir los otros renglones importantes del tema educativo.
En este sentido, sobre infraestructura y tanda extendida hay que señalar que son dos temas que todavía presentan grandes retos, como construir más de 15, 000 aulas para lograr la cobertura del 80% para el año escolar 2016-2017, recordando que la meta para este año era construir 28,000. Y en el caso de la jornada extendida el desafío no es menor, ya que habría que integrar a casi 900,000 estudiantes para el mes de agosto del año en curso, adicionales a los 882,558 que ya están.
A la Coalicion le parece positivo que el Presidente haya dicho que seguirán trabajando hasta cumplir el objetivo de que todos los niños y niñas estén en la tanda extendida, pero al movimiento le hubiese gustado escuchar qué acciones se han emprendido ante todas las denuncias publicadas en los medios de comunicación por la baja calidad nutricional de la comida que se está proporcionando en las escuelas bajo este sistema.
En el discurso se destacó el “apoyo integral a los más pequeños” con la construcción de estancias infantiles, pero vemos que con los datos ofrecidos de 100 sorteos y 29 estancias construidas están muy lejos de la meta 2016 de construir 250: ¿fue realmente el año 2015 el de la atención integral a la primera infancia?
Sobre la dignificación de la labor docente, llama la atención que el Presidente solamente se refiriera al aumento de salarios y pensiones, y no hablara de si ha emprendido acciones para solucionar los casi 7,000 docentes faltantes por profesionalización, los 15,000 docentes faltantes en programas de especialidad y maestría y los 4,300 directores faltantes por formación continua.
A la CED le regocija que 940,000 personas estén aprendiendo a leer y escribir, pero sabemos que al cierre del año 2015 solamente 447,152 personas fueron «acreditadas» realmente por el programa de alfabetización, con lo cual todavía falta para poder declarar a la República Dominicana libre de analfabetismo, meta pendiente desde el año 2014.
Sobre las escuelas para estudiantes con discapacidad, parece improvisado que habiendo reportado como gran bandera de la Revolución Educativa la inversión en infraestructura, sea ahora cuando se disponga que todas las nuevas obras de construcción pública cumplan con las condiciones de accesibilidad, cuando esto debió contemplar desde el principio.
Mito educación pública
Aparentemente si se habla de mitos, quizá el más grande que hay por derribar es justamente el de que en este país la educación pública es de calidad, y que para darle a educación, como bien dijo el Presidente, “el lugar que le corresponde” habrá que ¡hacer más que solo construcciones!